domingo, 31 de julio de 2016

EL MOVIMIENTO CRISTERO EN JALPA

 En Jalpa se levantaron en armas el día 2 de enero de 1927 el señor José María Gutiérrez, ex Maderista, ex Villista y ex miembro de la defensa social de Jalpa y secundado por el señor Manuel Murillo.

            A las 12 del día, mediante astucia y engaños sorprendieron al resguardo federal, que estaban destacados en este lugar, quienes estaban muy confiados sin sospechar nada y los hicieron prisioneros, entre ellos estaba el  jefe de la defensa social, Juan Flores y su segundo D. Alejandro Oropeza, no hubo disparos ni los maltrataron.

            A las 2 de la tarde acompañado por cuatro hombres se dirigió a la presidencia municipal en donde desarmo a los demás miembros de la defensa social y de la policía recogiendo otras 22 armas largas.

            A la curiosidad de la gente del pueblo acudió a la plaza Aréchiga en donde se dio lectura al manifiesto a la nación lanzado por el lic. René Capistran Garza de la liga de la defensa de la Religión católica, aparecen otros dos levantados en armas. A las 8 de la noche llego Teofilo Valdovinos, otro exmaderisata y ex villista acompañado de 25 hombre bien montados y bien armados y municionados, acompañados por Jesús Ayala  con 42 hombres más.

            Al día siguiente destituyeron al presidente municipal y convocaron al pueblo para nombrar nuevo presidente municipal ( primer presidente municipal impuesto por cristeros en toda la republica) recayendo el nombramiento al Sr. J.  Trinidad Jiménez.


            Estos cristeros tuvieron gran dominio en todo el sur de Zacatecas y gran parte de los altos de Jalisco.     

 

domingo, 24 de julio de 2016

“La danza de moros y cristianos persiste hasta hoy en día, ¿es acaso el festejo tradicional más ampliamente practicado en el país? Su persistencia no es accidental ni tampoco obedece a su belleza o tipicidad. Su celebración no es exótica ni misteriosa, sino que se puede conocer; ése es el propósito de este libro, que se conozca el origen de esta danza como parte de nuestra identidad regional.”[1]
La danza persiste no solo en México, aunque este estudio se limite al Cañón de Juchipila, también está presente en casi todos los países latinoamericanos, esto sugiere que estamos frente a un proceso más amplio y general.      
La danza de los Tastoanes es una aculturación, ya que ésta es el proceso mediante el cual dos o más culturas se ponen en contacto para integrar un nuevo sistema, no implica la integración, ni la absorción de la cultura de los derrotados por la cultura de los vencedores. La aculturación implica modificaciones, a veces brutales en las sociedades y culturas que establecen contacto, sobre todo si este es asimétrico, desigual. Generalmente se ha admitido que tales transformaciones básicas se dan de manera gradual y continua y con tendencia a la homogeneidad final.
Estas conclusiones no son nuevas, pero contribuyen a cuestionar afirmaciones que se dicen evidentes, por ejemplo que las poblaciones indígenas son los restos del pasado y que por ello están destinadas a la desaparición. El libro sugiere que las poblaciones indígenas son el resultado de la diversificación que se origina por el contacto. Son tan actuales y modernas como las otras culturas derivadas del mismo hecho. Son como las demás, distintas y nada más. Las culturas no son estáticas, han sido transformadas y siguen siendo distintas, volverán a transformarse y mantendrán su distinción.




[1] Warman, Arturo.










lunes, 18 de julio de 2016

LOS TASTOANES DEL CAÑON DE JUCHIPILA.
Los Tastoanes somos leyenda, mito, tradición, historia, realidad. Somos actualidad y religión. Gracias a la tradición oral esta centenaria fiesta se remonta a un momento histórico que vive en distintas versiones. En 1530, Nuño de Guzmán llegó para combatir a los Caxcanes, indígenas aguerridos y despiadados que llevaron la ventaja en esta batalla hasta la aparición del Santo Santiago, quien, montado en un caballo blanco asistió a los españoles hasta su triunfo.
La fiesta de los Tastoanes es una tradición ritual que aún permanece como un recuerdo vivo de aquellas luchas ahora ya cuatro veces centenarias, entre españoles e indígenas. Se rememoran actualmente en Tabasco, Huanusco, Jalpa, Apozol, Juchipila y Moyahua; en donde los españoles conquistadores y cristianos identificaron a los idólatras aborígenes. Estas tierras del occidente de México a las que llamaron “La Nueva Galicia”, con los moros (musulmanes) a quienes vencieron en la Península Ibérica poco tiempo antes, después de ocho siglos de dominio árabe, gracias a la ayuda milagrosa del patrón de España: El Apóstol Santiago.
Terminada la conquista, los franciscanos para explicar de forma sencilla el triunfo de la religión cristiana sobre la idolatría, comenzaron a organizar estas representaciones encabezadas por Fray Antonio de Segovia.
El Propósito del libro es tratar de explicar el origen, la forma de vestir, el ritual y la escenificación de esta centenaria fiesta, que a pesar de los cambios e introducción de otras culturas sigue viva, y que según la leyenda todavía se puede ver al Santo Santiago cabalgar por el Cañón de Juchipila.
Son personajes en torno a la celebración de Santiago apóstol el 25 de julio. Surgen en el occidente de México, en representación de los indios rebeldes que luchan contra el apóstol. Son los indígenas intransigentes que no ceden a la religión católica que es representada por Santiago.
Los Tastoanes están inspirados completamente en la tradición española que lucha contra los moros rodeados de un sin número de leyendas. Sabemos de la lucha que se tuvo desde el siglo VII entre cristianos y moros (musulmanes), enemigos de la fe católica. Se cuenta que hubo una visión: se apareció Santiago animando y apoyando a los cristianos y que incluso le vieron pelear en la guerra matando moros hasta lograr la victoria. Es el motivo de la representación de Santiago montado a caballo, vestido de soldado cristiano español.
El caso de los Tastoanes evoca a los moros; aunque ahora se trata de los indios (en este caso los naturales rebeldes), que se rehusaron de manera pertinaz a la religión de los españoles. Esta tradición se basa en leyendas, con inspiración en el suceso de los moros en España.
La fiesta de los Tastoanes se celebra en varios lugares del occidente mexicano, como lo es Jalisco y el sur de Zacatecas, representando a las etnias que no querían someterse a la conquista espiritual de los españoles. Más que una danza es teatro-drama, representa la lucha entre el apóstol Santiago y los caciques indígenas o «tlatoanis» de donde deriva su nombre, en las tierras de la Nueva Galicia.
Tastoanes existe con ese nombre únicamente en varios pueblos de la periferia de Guadalajara, así como en los del Cañón de Juchipila, hoy estado de Zacatecas. Todos ellos conservan celosamente esta tradición.




“Ashcanquema Tehual Nehual”
Ahora si tú o yo

UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL MITICO CERRO DEL MIXTON. A Decir verdad nos encontramos ante una búsqueda...