lunes, 19 de marzo de 2018


LA VISICITUDES QUE PASÓ JUAREZ POR SU PASO EN ZACATECAS Y DEJANDO UNA HUELLA PROFUNDA EN CALERA ZACATECAS.


"Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos" Benito Juárez
Mí querido hijo Santa:
El día 22 de diciembre último llegué a esta ciudad, donde se hizo al gobierno un recibimiento espléndido: fuegos artificiales, bailes y un bastón valioso de dos mil pesos, fueron los obsequios que se me hicieron.
A los tres días se anunció ya la marcha de Miramón con 2,500 hombres y 14 piezas de artillería para esta ciudad.
Se hicieron de pronto los preparativos de defensa.
Hasta el 25 llegó el general Aranda con 500 infantes, 200 caballos y 10 piezas de artillería que sacó de Durango.
El 26 DICEMBRE  se presentó el enemigo e hizo un reconocimiento.
“el 16 de enero llegan a Sombrerete. (Aquí se encuentra la casa en la que fue alojado el Benemérito de las Américas, Benito Juárez, el 16 de enero de 1867, durante su paso por Zacatecas, según lo consigna una placa ubicada en la fachada de la vivienda que está en una de las calles principales”. “Llega a Sain Alto  el presidente Juárez día 17 de diciembre del año de 1867 que repartió tierras realengas en su estancia por este municipio.”
Llega a Fresnillo el 20 de enero “Se destacaba , entre otras cosas: “numerosas personas se apostaron en las inmediaciones de la población para recibir a Juárez”. Al arribar la caravana de carruajes que transportaba a tan ilustres personas al centro de la comunidad, se les recibió con los honores correspondientes. El síndico primero de la Asamblea, como encargado de la jefatura Política, doctor Ignacio Hierro, tiene a su cargo la bienvenida.
Al terminar el acto, Juárez y comitiva abordan el carruaje presidencias para dirigirse al a Hacienda Proaño donde se alojarían. A bordo se encontraba el doctor Hierro, conduce el coche el Sr. Patricio Aizpuro, como miembros de la comisión de recepción; en el pescante iba el Sr. Sixto Dena quien llegara a ser Jefe Político.
De estos acontecimientos abundan anécdotas. En el primero se anotaba que estuvo al tanto de los personajes la señora Estefanía L. De Ortega, esposa del coronel Manuel Ortega. Incluso se habla de una sirvienta que sin saber quién era el visitante no le proporcionó una lavamanos que solicitaba. El presidente sin contestar tomó el lavamanos y regresó a su habitación. Cuando se servía el desayuno la sirvienta se quedó sorprendida al ver que la persona a la cual le había negado el servicio era nada menos que el presidente de la República, al saber del incidente todos sonreían.
De la segunda visita, se abunda en la muchedumbre apostada en las afueras de la ciudad en espera de Juárez y de un entusiasta grupo de personas que le siguió hasta el centro del poblados. En los instantes en que el presidente se disponía a descender del carruaje unas personas trataron de desenganchar las mulas, sobre el particular el Presidente Juárez se apresuró a impedirlo y de acuerdo a las citas históricas expresó: ¡no, no... los hombres en los pueblos libres no se nivelan a las bestias de carga!
Cabe hacer notar según lo escrito por D. Augusto Insunza Escoto, que hubo infinidad de eventos en honor del Lic. Juárez, por ejemplo un banquete en la casa del Sr. F. M. Flores Caro, en el interior de la hacienda. Él era encargado de la Negociación Minera. También se organizaron verbenas y bailes populares, hasta una función de toros, supuestamente en el inmueble de la ex Escuela Práctica de Minas y Metalurgia (Hospicio-Ágora).
De no ser por estas placas metálicas, poco conoceríamos de la presencia de Juárez en Fresnillo en aquellos días, otras referencias reseñan lo que Juárez escribió luego de haber recorrido algunas callejas del Mineral, de sus habitantes y las minas, de éstas expresaba: “deberían ser de los mexicanos, como en sus orígenes”.
“Aunque muchos opinaron porque el gobierno se retirara de esta ciudad y para ello había razones muy poderosas de conveniencia política, sin embargo, yo no creí conveniente seguir esta opinión y me resolví a correr la suerte de nuestras tropas.
El entusiasmo casi frenético con que este pueblo me recibió y la idea tremenda de que mi anticipada retirada de esta ciudad introdujese el desaliento en las tropas y en el pueblo, me afirmaron más en mi resolución.
En fin, mi opinión era que si la plaza se perdía, esta desgracia no fuera efecto de la retirada del gobierno, sino la causa.
El día 26, acompañado del señor Auza que era el general en jefe, recorrí dos veces la línea de defensa.
El entusiasmo de la tropa y del pueblo era grande y grande la fe que teníamos en el triunfo; pero en la guerra difícilmente se puede acertar en el resultado y, cualquiera circunstancia, aun la más insignificante, desbarata las mejores combinaciones.
El no haber llegado oportunamente el aviso que daba al general en jefe el comandante del punto de la Bufa de que el enemigo antes de amanecer se dirigía a dicho punto, fue causa de que no se hubiera podido mandar el auxilio correspondiente y entre seis y siete de la mañana del día 27 fue ocupado el punto, penetrando inmediatamente el enemigo a la ciudad.
El señor Auza me mandó decir que me pusiera yo en salvo.
Entonces monté a caballo, acompañándome los señores Lerdo e Iglesias, lo mismo que Goytia.
Mejía estaba enfermo hacía ocho días y ya lo había yo mandado fuera de la ciudad en la noche anterior.
Al salir de Palacio ya mi escolta hacía fuego a los franceses, que en las bocas se presentaban.
Mi objeto era dirigirme para el Fresnillo; pero ya el enemigo dirigía sus avanzadas y sus tiros por el camino que conduce a aquel punto, por lo que me dirigí para Jerez o sea Ciudad García, distante 14 leguas de Zacatecas. El 27 de enero Miramón llegó a Zacatecas, después de un breve combate entró a la ciudad de donde tuvieron que huir Juárez y sus ministros. Don Ezequiel Dueñas dice que el coronel Cayetano Murillo fue uno de los chinacos que participó en la defensa de la ciudad cuando fue atacada por Miramón, estuvo con el grupo que se parapetó en la mina de Quebradilla, mientras la comitiva juarista salió de la ciudad rumbo a Jerez. Murillo había obtenido el grado de Coronel en la Guerra de Reforma y había promovido la primera expropiación de lo que es el municipio de Calera.
 (BENITO JUAREZ Y LA CREACION DEL MUNICIPIO DE CALERA) hicimos
“Por cuatro décadas, los habitantes de la Calera vivieron organizados tribalmente, pagando rentas a los dueños de la Hacienda del Maguey, que poco a poco las habían ido aumentando; la expropiación de un predio localizado al sureste de la población llamado «La Laborcilla» a favor de Cayetano Murillo, militar que participó en la Guerra de Reforma, despertó en los colonos de la Calera la inquietud de una expro¬piación más amplia. Ocupados andaban con esas gestiones, cuando se enteraron de que el Presidente Benito Juárez había salido del mineral de Fresnillo y se dirigía a Zacatecas. Era 16 de enero de 1867, fecha en la cual el imperio de Maximiliano ya tenía gravísimos problemas para sostenerse. La República recuperaba cada día más terreno y Juárez hacía este viaje para llegar a establecer su gobierno en la capital del país. Los vecinos de La Calera se apresuraron a improvisarle una recepción, en la ahora calle 5 de Mayo y Morelos, se dice que hicieron un vistoso arco de ramas y tápalos y al filo del mediodía se congregaron allí, la mayor parte de pobladores de la Calera.
La espera no fue inútil, porque sí llegó la comitiva presidencial. Al acercarse la diligencia en la que Juárez viajaba, ruidosamente manifestaron su simpatía por el ilustre viajero quien sorprendido y conmovido por la espontaneidad de la recepción ordenó se hiciera alto; Juárez y sus acompañantes bajaron y por un brevísimo tiempo estuvieron en la casa que ocupaba la esquina entre 5 de Mayo y Morelos, propiedad en aquella época de Don Mateo Vázquez del Mercado y su esposa Jovita Borrego, Juárez aceptó beber un vaso de agua.
Los calerenses le invitaron a tomar un refrigerio a la casa de Don Buenaventura Vázquez del Mercado pero no les fue posible aceptar porque les urgía llegar a Zacatecas.
Aprovechando esta oportunidad el Sr. Jesús María Dueñas fue comisionado por los vecinos para que manifestara al Presidente la petición de que la congregación se elevara al rango de municipio y que él influyera ante el gobierno del estado para lograrlo.
El sobrio Juárez escuchó con atención, pidió que se tomara nota, agradeció a los vecinos el homenaje y siguió por el polvoso camino su viaje a Zacatecas, donde el día 22 del mes ya citado el Gobernador Miguel Auza le ofreció una gran recepción. Don Ezequiel Dueñas dice que el coronel Cayetano Murillo fue uno de los chinacos que participó en la defensa de la ciudad cuando fue atacada por Miramón, estuvo con el grupo que se parapetó en la mina de Quebradilla, mientras la comitiva juarista salió de la ciudad rumbo a Jerez. Murillo había obtenido el grado de Coronel en la Guerra de Reforma y había promovido la primera expropiación de lo que es el municipio de Calera 
La fuerza tomó la misma dirección.
Miramón con el grueso de las suyas la persiguió por cerca de tres leguas; pero cuantas veces intentó destruirla, otras tantas fueron rechazadas, hasta que se vio obligado a abandonar la empresa retirándose a Zacatecas.
En el mismo día llegué a Jerez y en el siguiente entró la fuerza en número de 1,500 hombres.
El día 30 marchó la fuerza a reunirse a la de Escobedo que venía en auxilio de Zacatecas y yo me dirigí para el Fresnillo, donde llegué el día 31. Con relación a la segunda visita a esta población del presidente Juárez y parte de su gabinete, se refiere al regreso del Paso del Norte hacia la capital del país. Su presencia en el Mineral fue a partir del 20 de diciembre de 1867. Le acompañaban: Lerdo de Tejada, Iglesias, Mejía y Valcárcel. El presidente venía de Sain Alto.
En el mismo (día) me participó el general Auza que al mediodía había evacuado Miramón la plaza de Zacatecas, tomando el rumbo de Aguascalientes.
El señor Auza avanzó a ocupar la ciudad para picar la retaguardia del enemigo, según la orden que recibió del general Escobedo.
El día 1º de este mes de febrero regresé a esta capital y en la madrugada de hoy recibí el parte de la completa derrota de Miramón.
Ya le he dicho a usted en globo y a la carrera todo lo que por aquí ha pasado en ocho días.
En lo personal no he tenido ninguna novedad.
En los momentos de mi salida el día 27, Salomé llevó mi equipaje a una casa inmediata al Palacio, la que después catearon Joaquín Miramón y otros esbirros.
“En Medio de la Euforia del triunfo llega Juárez  Zacatecas en enero de 1867, ahí  la población lo recibió con grandes fiestas y le obsequio un bastón, costeado por una  colecta pública. Juárez lo aprecio mucho por el simbolismo que encerraba: el de un cetro de bastón de mariscal que el pueblo le otorgaba. Cuando Miramón de modo sorpresivo apareció con su ejército muy cerca de Zacatecas, los oficiales, conocedores de las violentas cargas del general conservador,  presionaron a Juárez para que huyera de inmediato, Juárez no le hizo el menor caso. Con toda calma recogió sus papeles monto en su caballo “El Relámpago” y atravesó al paso la ciudad, en compañía de Iglesias y Lerdo. Una vez fuera espoleo su caballo  y en una nube de polvo se perdió por rumbo de Jerez. Antes ordeno que su coche saliera rumbo a Fresnillo.  Miramón sabía que Juárez siempre viajaba en su coche y ordeno atraparlo, al rodearlo. El presidente se le había escapado ( le hicieron lo que el viento a Juárez Nada) El seis de enero Juárez regresa a Zacatecas y a galope llega a la casa de huéspedes en donde estuvo alojado. Encuentra sus cosas destrozadas y regadas en el suelo  pero descubre intacto su bastón. Con gran satisfacción acaricia  su empuñadura y enarbolándolo irrumpe en la plaza a recibir los vitores de la multitud.  ( Un indio Zapoteco llamado Benito Juárez de Fernando Benítez” 
Sólo se salvó mi petaca y el bastón que me acababan de regalar.
A un mozo que habíamos traído de Chihuahua lo asesinaron los franceses cuando salía de Palacio.
El populacho y los traidores se ocuparon de saquear y destruir las oficinas públicas.
En el Palacio lo destrozaron todo y yo he tenido que alojarme en una casa particular.
“Duro cinco días en la Capital Zacatecana el 22 de enero, cinco días de Banquetes, bailes ( de seguro ahí bailo la segunda de Rosales A escasos ocho kilómetros de Delicias está Rosales, cuyo origen se remonta a una comunidad establecida en 1620 con el nombre de Santa Cruz, y que fue destruida en la rebelión india de 1645. Cien años después, al poblado se le conocía como Santa Cruz de Tapacolmes por los indios que había traído desde Ojinaga el sargento mayor Juan Antonio de Trasviña y Retes para repoblarla. Se le cambió de nombre en 1831, en memoria del insurgente Víctor Rosales.
Durante la invasión francesa y el imperio de Maximiliano acosado por el ejército francés, de camino a Chihuahua, don Benito Juárez fue recibido con regocijo el 10 de Octubre de 1864 en la Villa de Rosales, donde se le ofreció un banquete que terminó en baile. Contento, el presidente bailó la segunda pieza, una polka llamada "La escobita". Ya en Chihuahua quiso escucharla de nuevo, pero como no recordaba el título, pedía a los músicos "La segunda de Rosales", sobrenombre que se popularizó más que el original de la polka. “, serenatas, quema de polvora y otras demostraciones de aprecio”
En su salida del estado llega Juárez a Ojocaliente el 27 de febrero 1862 (La jefatura política invita a la iglesia y al pueblo a recibir a Benito Juárez en su paso por Ojocaliente ese día el Ilustre patriota pernocta aquí.) Sale a Salinas del Peñol Blanco SLP.
Con la derrota de Miramón se abrevia nuestro triunfo, pues ya no quedan más fuerzas medio organizadas del enemigo que las de Castillo y Méndez, que pronto serán destruidas.
Tal vez dentro de ocho o diez días me dirigiré ya a Guanajuato o a San Luis (Potosí).
No escribo a Margarita porque no me queda tiempo.
Memorias a toda la familia y muchos besos a María.
Suyo afectísimo padre y amigo.
Benito Juárez
Mándele usted a Romero uno de los impresos adjuntos y dígale que no le escribo en este momento porque no hay tiempo.
Siempre escribo a Romero.
Mándele la carta que va para él.
Ya le incluyo el impreso.
Fuente: Benito Juárez. Documentos, Discursos y Correspondencia. Selección y notas de Jorge L. Tamayo. Edición digital coordinada por Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva. Versión electrónica para su consulta: Aurelio López López. CD editado por la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. Primera edición electrónica. México, 2006.
Nota de Jorge L. Tamayo: Hemos revisado cuidadosamente el manuscrito y así está escrito; pero Juárez sufrió un error. Su entrada a Zacatecas El Presidente de la República, Benito Juárez García, estableció su gobierno itinerante en Guadalupe el 16 de febrero de 1867, antes de su retirada hacía el estado de San Luis Potosí.cas fue el 22 de enero.
Ojocaliente recibió a quien fuera presidente de la República, Benito Juárez García, el 17 de febrero de 1867, por lo que el inmueble que lo alojó tuvo la dignidad de Palacio Nacional Provisional.
“En una marcha vertiginosa, Miramon marcho Sobre Zacatecas, la que tomo el 27 de enero de 1867. Benito Juárez se salvó milagrosamente por la velocidad de las seis mulas que tiraban su carruaje
Zacatecas Síntesis Histórica Centro de Investigaciones Histórica Gobierno del Edo. De Zac.
Un indio Zapoteco llamado Benito Juárez de Fernando Benítez” 

INVESTIGACION DEL CRONISTA MUNICIPAL DE JALPA
PROFR. HECTOR PASCUAL GOMEZ SOTO.

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