LA VISICITUDES QUE
PASÓ JUAREZ POR SU PASO EN ZACATECAS Y DEJANDO UNA HUELLA PROFUNDA EN CALERA
ZACATECAS.
"Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación
es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la
libertad y el engrandecimiento de
los pueblos" Benito Juárez
Mí querido hijo Santa:
El día 22 de diciembre último
llegué a esta ciudad, donde se hizo al gobierno un recibimiento espléndido:
fuegos artificiales, bailes y un bastón valioso de dos mil pesos, fueron los
obsequios que se me hicieron.
A los tres días se anunció ya la
marcha de Miramón con 2,500 hombres y 14 piezas de artillería para esta ciudad.
Se hicieron de pronto los
preparativos de defensa.
Hasta el 25 llegó el general
Aranda con 500 infantes, 200 caballos y 10 piezas de artillería que sacó de
Durango.
El 26 DICEMBRE se presentó el enemigo e hizo un
reconocimiento.
“el 16 de enero llegan a
Sombrerete. (Aquí se encuentra la casa en la que fue alojado el Benemérito de
las Américas, Benito Juárez, el 16 de enero de 1867, durante su paso por
Zacatecas, según lo consigna una placa ubicada en la fachada de la vivienda que
está en una de las calles principales”. “Llega a Sain Alto el presidente Juárez día 17 de diciembre del
año de 1867 que repartió tierras realengas en su estancia por este municipio.”
Llega a Fresnillo el 20 de enero
“Se destacaba , entre otras cosas: “numerosas personas se apostaron en las
inmediaciones de la población para recibir a Juárez”. Al arribar la caravana de
carruajes que transportaba a tan ilustres personas al centro de la comunidad,
se les recibió con los honores correspondientes. El síndico primero de la
Asamblea, como encargado de la jefatura Política, doctor Ignacio Hierro, tiene
a su cargo la bienvenida.
Al terminar el acto, Juárez y
comitiva abordan el carruaje presidencias para dirigirse al a Hacienda Proaño
donde se alojarían. A bordo se encontraba el doctor Hierro, conduce el coche el
Sr. Patricio Aizpuro, como miembros de la comisión de recepción; en el pescante
iba el Sr. Sixto Dena quien llegara a ser Jefe Político.
De estos acontecimientos abundan
anécdotas. En el primero se anotaba que estuvo al tanto de los personajes la
señora Estefanía L. De Ortega, esposa del coronel Manuel Ortega. Incluso se
habla de una sirvienta que sin saber quién era el visitante no le proporcionó
una lavamanos que solicitaba. El presidente sin contestar tomó el lavamanos y
regresó a su habitación. Cuando se servía el desayuno la sirvienta se quedó
sorprendida al ver que la persona a la cual le había negado el servicio era
nada menos que el presidente de la República, al saber del incidente todos
sonreían.
De la segunda visita, se abunda
en la muchedumbre apostada en las afueras de la ciudad en espera de Juárez y de
un entusiasta grupo de personas que le siguió hasta el centro del poblados. En
los instantes en que el presidente se disponía a descender del carruaje unas
personas trataron de desenganchar las mulas, sobre el particular el Presidente
Juárez se apresuró a impedirlo y de acuerdo a las citas históricas expresó:
¡no, no... los hombres en los pueblos libres no se nivelan a las bestias de
carga!
Cabe hacer notar según lo escrito
por D. Augusto Insunza Escoto, que hubo infinidad de eventos en honor del Lic.
Juárez, por ejemplo un banquete en la casa del Sr. F. M. Flores Caro, en el
interior de la hacienda. Él era encargado de la Negociación Minera. También se
organizaron verbenas y bailes populares, hasta una función de toros,
supuestamente en el inmueble de la ex Escuela Práctica de Minas y Metalurgia
(Hospicio-Ágora).
De no ser por estas placas
metálicas, poco conoceríamos de la presencia de Juárez en Fresnillo en aquellos
días, otras referencias reseñan lo que Juárez escribió luego de haber recorrido
algunas callejas del Mineral, de sus habitantes y las minas, de éstas
expresaba: “deberían ser de los mexicanos, como en sus orígenes”.
“Aunque muchos opinaron porque el
gobierno se retirara de esta ciudad y para ello había razones muy poderosas de
conveniencia política, sin embargo, yo no creí conveniente seguir esta opinión
y me resolví a correr la suerte de nuestras tropas.
El entusiasmo casi frenético con
que este pueblo me recibió y la idea tremenda de que mi anticipada retirada de
esta ciudad introdujese el desaliento en las tropas y en el pueblo, me
afirmaron más en mi resolución.
En fin, mi opinión era que si la
plaza se perdía, esta desgracia no fuera efecto de la retirada del gobierno,
sino la causa.
El día 26, acompañado del señor
Auza que era el general en jefe, recorrí dos veces la línea de defensa.
El entusiasmo de la tropa y del
pueblo era grande y grande la fe que teníamos en el triunfo; pero en la guerra
difícilmente se puede acertar en el resultado y, cualquiera circunstancia, aun
la más insignificante, desbarata las mejores combinaciones.
El no haber llegado oportunamente
el aviso que daba al general en jefe el comandante del punto de la Bufa de que
el enemigo antes de amanecer se dirigía a dicho punto, fue causa de que no se
hubiera podido mandar el auxilio correspondiente y entre seis y siete de la
mañana del día 27 fue ocupado el punto, penetrando inmediatamente el enemigo a
la ciudad.
El señor Auza me mandó decir que
me pusiera yo en salvo.
Entonces monté a caballo,
acompañándome los señores Lerdo e Iglesias, lo mismo que Goytia.
Mejía estaba enfermo hacía ocho
días y ya lo había yo mandado fuera de la ciudad en la noche anterior.
Al salir de Palacio ya mi escolta
hacía fuego a los franceses, que en las bocas se presentaban.
Mi objeto era dirigirme para el
Fresnillo; pero ya el enemigo dirigía sus avanzadas y sus tiros por el camino
que conduce a aquel punto, por lo que me dirigí para Jerez o sea Ciudad García,
distante 14 leguas de Zacatecas. El 27 de enero Miramón llegó a Zacatecas,
después de un breve combate entró a la ciudad de donde tuvieron que huir Juárez
y sus ministros. Don Ezequiel Dueñas dice que el coronel Cayetano Murillo fue
uno de los chinacos que participó en la defensa de la ciudad cuando fue atacada
por Miramón, estuvo con el grupo que se parapetó en la mina de Quebradilla,
mientras la comitiva juarista salió de la ciudad rumbo a Jerez. Murillo había
obtenido el grado de Coronel en la Guerra de Reforma y había promovido la
primera expropiación de lo que es el municipio de Calera.
(BENITO JUAREZ Y LA CREACION DEL MUNICIPIO DE
CALERA) hicimos
“Por cuatro décadas, los
habitantes de la Calera vivieron organizados tribalmente, pagando rentas a los
dueños de la Hacienda del Maguey, que poco a poco las habían ido aumentando; la
expropiación de un predio localizado al sureste de la población llamado «La
Laborcilla» a favor de Cayetano Murillo, militar que participó en la Guerra de
Reforma, despertó en los colonos de la Calera la inquietud de una expro¬piación
más amplia. Ocupados andaban con esas gestiones, cuando se enteraron de que el
Presidente Benito Juárez había salido del mineral de Fresnillo y se dirigía a
Zacatecas. Era 16 de enero de 1867, fecha en la cual el imperio de Maximiliano
ya tenía gravísimos problemas para sostenerse. La República recuperaba cada día
más terreno y Juárez hacía este viaje para llegar a establecer su gobierno en
la capital del país. Los vecinos de La Calera se apresuraron a improvisarle una
recepción, en la ahora calle 5 de Mayo y Morelos, se dice que hicieron un
vistoso arco de ramas y tápalos y al filo del mediodía se congregaron allí, la
mayor parte de pobladores de la Calera.
La espera no fue inútil, porque
sí llegó la comitiva presidencial. Al acercarse la diligencia en la que Juárez
viajaba, ruidosamente manifestaron su simpatía por el ilustre viajero quien
sorprendido y conmovido por la espontaneidad de la recepción ordenó se hiciera
alto; Juárez y sus acompañantes bajaron y por un brevísimo tiempo estuvieron en
la casa que ocupaba la esquina entre 5 de Mayo y Morelos, propiedad en aquella
época de Don Mateo Vázquez del Mercado y su esposa Jovita Borrego, Juárez
aceptó beber un vaso de agua.
Los calerenses le invitaron a
tomar un refrigerio a la casa de Don Buenaventura Vázquez del Mercado pero no
les fue posible aceptar porque les urgía llegar a Zacatecas.
Aprovechando esta oportunidad el
Sr. Jesús María Dueñas fue comisionado por los vecinos para que manifestara al
Presidente la petición de que la congregación se elevara al rango de municipio
y que él influyera ante el gobierno del estado para lograrlo.
El sobrio Juárez escuchó con
atención, pidió que se tomara nota, agradeció a los vecinos el homenaje y
siguió por el polvoso camino su viaje a Zacatecas, donde el día 22 del mes ya
citado el Gobernador Miguel Auza le ofreció una gran recepción. Don Ezequiel
Dueñas dice que el coronel Cayetano Murillo fue uno de los chinacos que
participó en la defensa de la ciudad cuando fue atacada por Miramón, estuvo con
el grupo que se parapetó en la mina de Quebradilla, mientras la comitiva
juarista salió de la ciudad rumbo a Jerez. Murillo había obtenido el grado de
Coronel en la Guerra de Reforma y había promovido la primera expropiación de lo
que es el municipio de Calera
La fuerza tomó la misma
dirección.
Miramón con el grueso de las
suyas la persiguió por cerca de tres leguas; pero cuantas veces intentó
destruirla, otras tantas fueron rechazadas, hasta que se vio obligado a
abandonar la empresa retirándose a Zacatecas.
En el mismo día llegué a Jerez y
en el siguiente entró la fuerza en número de 1,500 hombres.
El día 30 marchó la fuerza a
reunirse a la de Escobedo que venía en auxilio de Zacatecas y yo me dirigí para
el Fresnillo, donde llegué el día 31. Con relación a la segunda visita a esta
población del presidente Juárez y parte de su gabinete, se refiere al regreso
del Paso del Norte hacia la capital del país. Su presencia en el Mineral fue a
partir del 20 de diciembre de 1867. Le acompañaban: Lerdo de Tejada, Iglesias,
Mejía y Valcárcel. El presidente venía de Sain Alto.
En el mismo (día) me participó el
general Auza que al mediodía había evacuado Miramón la plaza de Zacatecas,
tomando el rumbo de Aguascalientes.
El señor Auza avanzó a ocupar la
ciudad para picar la retaguardia del enemigo, según la orden que recibió del
general Escobedo.
El día 1º de este mes de febrero
regresé a esta capital y en la madrugada de hoy recibí el parte de la completa
derrota de Miramón.
Ya le he dicho a usted en globo y
a la carrera todo lo que por aquí ha pasado en ocho días.
En lo personal no he tenido
ninguna novedad.
En los momentos de mi salida el
día 27, Salomé llevó mi equipaje a una casa inmediata al Palacio, la que
después catearon Joaquín Miramón y otros esbirros.
“En Medio de la Euforia del
triunfo llega Juárez Zacatecas en enero
de 1867, ahí la población lo recibió con
grandes fiestas y le obsequio un bastón, costeado por una colecta pública. Juárez lo aprecio mucho por
el simbolismo que encerraba: el de un cetro de bastón de mariscal que el pueblo
le otorgaba. Cuando Miramón de modo sorpresivo apareció con su ejército muy
cerca de Zacatecas, los oficiales, conocedores de las violentas cargas del
general conservador, presionaron a
Juárez para que huyera de inmediato, Juárez no le hizo el menor caso. Con toda
calma recogió sus papeles monto en su caballo “El Relámpago” y atravesó al paso
la ciudad, en compañía de Iglesias y Lerdo. Una vez fuera espoleo su
caballo y en una nube de polvo se perdió
por rumbo de Jerez. Antes ordeno que su coche saliera rumbo a Fresnillo. Miramón sabía que Juárez siempre viajaba en su
coche y ordeno atraparlo, al rodearlo. El presidente se le había escapado ( le
hicieron lo que el viento a Juárez Nada) El seis de enero Juárez regresa a
Zacatecas y a galope llega a la casa de huéspedes en donde estuvo alojado.
Encuentra sus cosas destrozadas y regadas en el suelo pero descubre intacto su bastón. Con gran
satisfacción acaricia su empuñadura y
enarbolándolo irrumpe en la plaza a recibir los vitores de la multitud. ( Un indio Zapoteco llamado Benito Juárez de Fernando
Benítez”
Sólo se salvó mi petaca y el
bastón que me acababan de regalar.
A un mozo que habíamos traído de
Chihuahua lo asesinaron los franceses cuando salía de Palacio.
El populacho y los traidores se
ocuparon de saquear y destruir las oficinas públicas.
En el Palacio lo destrozaron todo
y yo he tenido que alojarme en una casa particular.
“Duro cinco días en la Capital
Zacatecana el 22 de enero, cinco días de Banquetes, bailes ( de seguro ahí
bailo la segunda de Rosales A escasos ocho kilómetros de Delicias está Rosales,
cuyo origen se remonta a una comunidad establecida en 1620 con el nombre de
Santa Cruz, y que fue destruida en la rebelión india de 1645. Cien años
después, al poblado se le conocía como Santa Cruz de Tapacolmes por los indios
que había traído desde Ojinaga el sargento mayor Juan Antonio de Trasviña y
Retes para repoblarla. Se le cambió de nombre en 1831, en memoria del
insurgente Víctor Rosales.
Durante la invasión francesa y el
imperio de Maximiliano acosado por el ejército francés, de camino a Chihuahua,
don Benito Juárez fue recibido con regocijo el 10 de Octubre de 1864 en la
Villa de Rosales, donde se le ofreció un banquete que terminó en baile.
Contento, el presidente bailó la segunda pieza, una polka llamada "La
escobita". Ya en Chihuahua quiso escucharla de nuevo, pero como no
recordaba el título, pedía a los músicos "La segunda de Rosales",
sobrenombre que se popularizó más que el original de la polka. “, serenatas,
quema de polvora y otras demostraciones de aprecio”
En su salida del estado llega Juárez
a Ojocaliente el 27 de febrero 1862 (La jefatura política invita a la iglesia y
al pueblo a recibir a Benito Juárez en su paso por Ojocaliente ese día el
Ilustre patriota pernocta aquí.) Sale a Salinas del Peñol Blanco SLP.
Con la derrota de Miramón se
abrevia nuestro triunfo, pues ya no quedan más fuerzas medio organizadas del
enemigo que las de Castillo y Méndez, que pronto serán destruidas.
Tal vez dentro de ocho o diez
días me dirigiré ya a Guanajuato o a San Luis (Potosí).
No escribo a Margarita porque no
me queda tiempo.
Memorias a toda la familia y
muchos besos a María.
Suyo afectísimo padre y amigo.
Benito Juárez
Mándele usted a Romero uno de los
impresos adjuntos y dígale que no le escribo en este momento porque no hay
tiempo.
Siempre escribo a Romero.
Mándele la carta que va para él.
Ya le incluyo el impreso.
Fuente: Benito Juárez.
Documentos, Discursos y Correspondencia. Selección y notas de Jorge L. Tamayo.
Edición digital coordinada por Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva. Versión
electrónica para su consulta: Aurelio López López. CD editado por la
Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. Primera edición electrónica.
México, 2006.
Nota de Jorge L. Tamayo: Hemos
revisado cuidadosamente el manuscrito y así está escrito; pero Juárez sufrió un
error. Su entrada a Zacatecas El Presidente de la República, Benito Juárez
García, estableció su gobierno itinerante en Guadalupe el 16 de febrero de
1867, antes de su retirada hacía el estado de San Luis Potosí.cas fue el 22 de
enero.
Ojocaliente recibió a quien fuera
presidente de la República, Benito Juárez García, el 17 de febrero de 1867, por
lo que el inmueble que lo alojó tuvo la dignidad de Palacio Nacional
Provisional.
“En una marcha vertiginosa,
Miramon marcho Sobre Zacatecas, la que tomo el 27 de enero de 1867. Benito
Juárez se salvó milagrosamente por la velocidad de las seis mulas que tiraban
su carruaje
Zacatecas Síntesis Histórica
Centro de Investigaciones Histórica Gobierno del Edo. De Zac.
Un indio Zapoteco llamado Benito
Juárez de Fernando Benítez”
INVESTIGACION DEL CRONISTA
MUNICIPAL DE JALPA
PROFR. HECTOR PASCUAL GOMEZ SOTO.
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