Tierras comunales y fundos legales
De la Mota y Escobar
describió a Xalpa y a otros más como
pueblo de temple caliente con tierras muy fértiles de maíz y trigo, donde se
daban muy bien las frutas de castilla, en 1543 la población de Jalpa era de 4 a
6 españoles, en 1579 se delimitan las
tierras de Diego Flores Altamirano con los indios de Xalpa, “En términos del
pueblo, dado por su señoría, el señor doctor Jerónimo de Orozco del consejo de
su majestad y gobernador y Capitán general, que su majestad y su gobernador,
según parece por su fecha en que a seis de junio de 1579 y es necesario y sin
composición ninguna y en la vista de ojos que se dice de ello, hubo contradicción sobre desde
donde había de empezar dichas tierras entre los naturales de Xalpa y dicho
capitán Diego Flores Altamirano sobre que hizo las diligencias y medidas que
estaría a espaldas del folio 104 y prosiguió en la vista dichas cuatro
caballerías y sitio de ganado mayor, lo que está desde el termino de dicho
pueblo de Xalpa el río abajo por el camino real que viene a este pueblo de
Juchipila y el agua que se aprovecha es la del río de Xalpa donde beben sus
ganados entre sitio de ganado mayor y caballerías.
FUNDO LEGAL Y EJIDOS.
Al quedar reconquistados los caxcanes y todos los indígenas del país,
se estableció lo que se nombró Gobierno Colonial. Los indios de todo el
territorio de la Nueva España, quedaron sometidos a la más inhumana esclavitud,
repartidos a los encomenderos. Unos eran ocupados en la minería y otros en el
cultivo de las grandes haciendas, todo de propiedad de los conquistadores.
Entre los conquistadores,
vinieron algunos Misioneros franciscanos que trataron de aliviar en algo en la
miseria y la brutalidad que padecían los
mexicanos, y consiguieron que los Reyes Españoles expidieron leyes más humanitarias;
porque además del trabajo gratuito que hacían a los españoles, eran obligados a
bautizarse, estudiar la doctrina, asistir a todos los ritos religiosos, dar
diezmos y estar siempre humildes y obedientes al Rey español y a la iglesia,
para lo cual construyeron enormes
catedrales en cada Estado, templos y capillas por todo el territorio de la
Nueva España.
Fray Bartolomé de las
Casas, Fray Servando Teresa de Mier entre otros consiguieron que los Reyes
Católicos dieran a los indígenas un Fundo Legal, donde construir sus Jacales y
además tierras Ejidales, para que se dedicaran a cultivar sus alimentos y criar
ganados.
Mediante
estas disposiciones, los indígenas de Xalpa, recibieron tierras Ejidales. Los
de Teocaltichillo recibieron las tierras
comprendidos entre las Mesa del Santo, Ramírez, Ojo de Agua de Flores, parte de
la Hacienda de San Andrés y otras.
Los indios
del Barrio de Abajo ahora el Carmen, recibieron como Ejidos, las tierras
comprendidas entre Santa Isabel, Santa Rosa, Soyates, Cañada, Guaracha,
Caballerías, Los Cerritos, San Bernardo, Chalchisco, hasta las derivaciones de
la Sierra de Morones.
Los indígenas recibieron
tierras señaladas a ese lugar y los del Barrio de Arriba, recibieron las
tierras comprendidas entre el Cerro de Tepizuasco, parte de Santa Juana,
Tuytlán (Tuitan) Cailagua, Cualaca, Palmillos, Los Santiagos y otros.
Los indígenas de Tepezala
también recibieron tierras Ejidales.
El Rey Felipe II en Cédula
del 1/o de diciembre de 1573, ordenó que los “Sitios en que se han de formar
los pueblos y reducciones, tengan
comodidad de agua, tierras y montes, entradas y salidas y labranzas y un
Ejido de largo donde puedan tener ganados... ”
“Además de
las tierras del fundo legal, cada pueblo de indios, recibió merced de sus tierras de comunidad.
Los pueblos
de indios de mayor categoría, donde él número de indígenas era más elevado,
estaban organizados en barrios.
En Jalpa,
habitan los naturales del Barrio de Arriba y los del Barrio de Abajo.
Jalpa como
pueblo de indios, estaba dividido en barrio, cada barrio tenía derecho a
tierras en comunidad, la extensión de tierras que recibía, dependía del número
de indígenas y del ganado que poseían.
Cada barrio
por separado administraba sus tierras de comunidad, la extensión de tierras y
sus cofradías.
En el fundo
legal, al barrio de Arriba le correspondía las tierras del norte de
Teocaltichillo (Adoratorio Pequeño).
Testimonio de
las medidas ejecutadas en dos caballerías de tierras, pertenecientes en
propiedad de los indios de Teocaltichillo, del pueblo de Xalpa, del barrio de
Arriba, en el que incluye el compromiso celebrado entre dicho pueblo y el de Teocaltichillo, e igualmente la
aprobación de todo lo referido”.
NOTA: La trascripción es igual a la del documento
original, el papel esta sellado al margen, y en el centro tiene la siguiente
inscripción, encerrado en un cuadrilongo en pequeños círculos que dice, “Sello
segundo, dos reales, año de mil ochocientos cuatro y cinco”.
Como puede
apreciarse desde tiempos coloniales existe éste, formado por Caxcanes que
recibieron tierras ejidales comprendidas en el cerro del Tepizoasco (Cerro
duro).
Los indígenas
de Teocaltichillo, se habían apoderado de más de un sitio de ganado mayor, las
autoridades coloniales, le dieron el triunfo a los del barrio de Arriba, hoy
San Antonio.
Cuentan
nuestros abuelos, que el barrio de Arriba, le pertenecían las comunidades de los Santiagos, el barrio de los iglesias,
los Zapotes, el barrio dela cruz, el Tecolote, Marchahua, Tepizoasco, Tuitan,
Palmillos y Santa Juana.
El paulatino
crecimiento de este barrio fue por la emigración de las comunidades aledañas,
las principales familias que conformaban el barrio, fueron los Pilar, los
Iglesias, Los Muñoz y los Bautista.
En los
litigios del siglo XVII ya existía una mentalidad indígena del derecho a las
tierras que les pertenecía desde los tiempos prehispánicos, en las disputas de
dicho siglo aparecen algunas evidencias de ello. Los indios de
Teocaltichillo jurisdicción de Juchipila
perteneciente a Xalpa en 1696 hicieron petición ante el presidente de la
audiencia de medio sitio de ganado realengo que han poseído desde tiempo
inmemorable (Teocaltichillo BPE Aja 11,2)
En 1694 los
naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia
para obtener la tierra realenga llamada
Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras
lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las
usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas
relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de
Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero
de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la
comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la
comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de
Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)
Haciendas en Jalpa.
En la época de La colonia en Jalpa hubo 8 haciendas
1. Santa Isabel.
2. Palmar.
3. Acapepesco.
4. Tepezala.
5. Paso Blanco (Contreras).
6. San Pedro.
7. Santa Clara.
8. San Andrés. (la
mas antigua y con terrenos propios de
ganado mayor menor.
HACIENDA DE
SAN ANDRES
Las haciendas del área del cañón
de Juchipila no es igual que el concepto de las haciendas del norte de la Nueva
España, las de estos lares no acapararon una extensión de tierra tan grande,
las más extensas existieron en 1697 con una extensión mayor que 43,000
hectáreas.
“Después de 1737, cuatro haciendas
abarcaban de 43,890 a 70,200 hectáreas, es decir de 25 a 40 sitios de ganado
mayor, que de cualquier manera eran las
haciendas de La Encarnación, Tayagua, Apozol y La hacienda referida San Andrés.
En 1600 El primer dueño de la Hacienda de San Andrés fue Nicolás González.
En 1694 los
naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia
para obtener la tierra realenga llamada
Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras
lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las
usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas
relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de
Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero
de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la
comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la
comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de
Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)
En 1727 la
compro el bachiller don Andrés Jimenez a
don Francisco Morales Sígala.
En 1731 hubo
un deslinde de tierras entre los indios de Teocaltichillo y el Márquez del
Castillo de Ayza ( Francisco Ignacio de Ayza fue un rico hombre prominente de
la ciudad de Sesa provincia de Aragón, arribo a la nueva España con su tio Manuel de Bimbela quien fuera
obispo de Guadalajara y Oaxaca contrajo nupcias con doña Manuela Rubio Carrera
su estatus fue prominente dentro de la sociedad tapatía, llego a ser Gobernador
de la Nueva Galicia y presidente de la real audiencia desde 1737 hasta 1743, la
gran riqueza que amaso este Márquez no solo provenían de las riquezas que
provenían de las minas de Bolaños sino que también poseyó grandes extensiones
de tierra de labranza y de estancias de
estancias de ganado en la sierra Gorda y en el Nuevo Reyno de Leo, como la labor de San
Francisco, la Hacienda de Nuestra Señora
de la Soledad, asi como las Haciendas de San Andres de Jalpa Zac. San Pedro que
ahora es de Huanusco y la Luz. Cultura Hispana, Biografia del Castillo de
Ayza Autor: Enrique Garibay) este Márquez duro poco tiempo como terrateniente
de la Región.
El Márquez vendió
la Hacienda en 1737.
En 1727, la hacienda de San Andrés
poseía siete sitios de ganado mayor, cinco de menor, y 15 caballerías, en 1737
la adquirieron los Flores de la Torre específicamente,
Nicolás flores de la Torre con 40 sitios de
y 27 caballerías, pero ellos vendieron siete y medio sitios en el año
que la compraron, sufriendo cambios bruscos durante el siglo XVIII.
El valor y gravamen de la hacienda
de San Andrés en 1704 a 1727 era; Valor 4,200. En 1747 su valor era de 10.000.
En 1943 el dueño era Pedro López de Nava. Su finca tenía un valor de $
8,425,00
Cuenta la leyenda que unos
arrieros que venían de la Montesa Zacatecas traían entre sus cargas una carreta
llena de jabón, uno de los hermanos de apellido Díaz de León fue como dicen en
mi rancho a espantar la zorra, cerca de un arroyo, cuál fue su sorpresa que se
encontró regados como si fueran flores, un montón de centenarios o cero 7 ,20 ,
rápidamente se subió su pechera y corriendo a visarle a su hermano del hallazgo
de las monedas, los dos admirados por el tesoro pesaron rápidamente en
vaciar las cajas de jabón y llenarlas
con las monedas, rápidamente alistaron sus remudas y se encaminaron rumbo al
cañón de Juchipila por el camino real que conducía del Valle da Huejucar hoy
Calvillo, al fondo de la cañada divisaron el casco de una hacienda un poco mal
trecha, se encontraron al administrador de ella, los invito a pasar y tomarse
un café, entre platica y platica y el nerviosismo de los arrieros porque fueran
descubiertos sobre lo que llevaban en las cajas de jabón, entre platica y platica se forjaron un
cigarro de hoja y lo extendieron con la yesca y el golpe del eslabón, el Administrador les comentaba lo precaria
que estaba la situación por problemas de los dueños y todas las guerras y las
reformas que habían socavado la figura de la hacienda, les comento que los
dueños tenían intensiones de vender, dicha hacienda, ya que estaba en demerito.
Los hermanos azorados se miraron uno al otro, preguntándole al administrador que
como cuanto más o menos querrían por la hacienda, este con una sonrisa burlesca
soltó la risa y le dijo – jajaja como están interesados en comprarla, no solo
es la hacienda de San Andrés sino también era la de San Pedro y La luz, también
la casa de campo de los Sabinos.
Los arrieros de la Montesa se
secretearon y le preguntaron al administrador que como cuanto era lo que pedían.
El administrador burlándose nuevamente, le dino ni con todo el oro del mundo
ustedes lo compararían, le preguntaron
que cuando podrían ver al Dueño, este le comunico que dentro de un mes el
vendría de Guadalajara para ver los movimientos del ganado y de la cosecha y
pagarle a los peones.
Al término del mes llegaron
nuevamente los Hnos. Días de León, buscaron al dueño, se apalabraron con él.
El Administrador sorprendido salió
de la sala de la Hacienda con la noticia que
la hacienda ya tenía nuevos dueños.
Licenciado don Enrique Escobedo y
Álvarez, que nació en 1864, y casó con doña Ana María Díaz de León, hija de los
dueños de las haciendas de San Pedro Apóstol en jurisdicción de Jalpa, Zac., y
de la Luz en jurisdicción de Huanusco, Zac http://heraldicaygenealogiazacatecana.blogspot.com/2017/
Bernardo del Hoyo.
En 1906 los de la hacienda San Andres era Don
Gonzalo Díaz de Leon Probablemente uno de los afortunados Arrieros.
En el año 1914 la dueña era la Sra. María Díaz de león
Hernández e hijos.
Si bien el proceso de des
intervención promovido en el gobierno de Carranza, comenzó con casos
particulares ya que el carrancismo domino todo el territorio zacatecano representado por el guerrerense Rómulo Figueroa Mata. Con la
investidura de gobernador la seria quien de manera definitiva la anulación del
decreto emitido por Natera - 22 de septiembre de 1915- su principal argumento
se centró en un espíritu de equidad y justicia, el cual según su postura era base y principios de la
revolución. La devolución de las haciendas a sus legítimos dueños la baso en
condiciones, cuyo objetivo fue normar la administración de las mismas. Aunque
el propósito principal del gobernador Figueroa fue “Erradicar la estructura
funcional de las Haciendas. Con esta acción ponía en marcha el proyecto
revolucionario de sujetar y controlar la base de la riqueza del estado: la
producción Agrícola.
Este hecho tiene un peso
relevante, porque permitiría la recuperación las haciendas a manos de sus
propietarios, sin embargo, el decreto establecía diversas condiciones para poder
llevar a cabo la desintervención.
1º . La abolición de las llamadas
tiendas de raya con todas las cuentas pendientes de los trabajadores y el
establecimiento del libre comercio. Con esta medida el Gobierno daba un golpe a
las raíces de la estructura hacendaria que significo para muchas generaciones
de campesinos una forma de explotación despiadada.
2º El pago a los trabajadores de
un jornal de 0.75 centavos diarios en moneda de circulación. Esta orden la
decretaba el Gobierno con el propósito de elevar al bienestar de los campesinos
y resarcir en alguna medida la capacidad de gasto de la sociedad y de esta
forma fomentar en alguna medida la actividad agrícola y en especial la
producción de granos alimentarios para la población de la región.
3º La amenaza a los hacendados de
fraccionar la propiedad rústica sino se presentaban a desintervenir las mismas,
pagar sus respectivos impuestos y ponerlas a trabajar bajo las nuevas
modalidades señaladas en los dos puntos anteriores.
Los hacendados conservadores “surgieron
dos corrientes, lo que buscaban medir y suavizar el antagonismo con el Estado y
empezaron a trabajar por la paz, el trabajo y la confianza en el nuevo Régimen a pesar de que
el gobierno mandara acciones en contra de las condiciones de ganancia, poder y
control que tenía los hacendados, y los que planteaban seguir resistiendo la
invitación del decreto, atendiéndose a las consecuencias enunciadas por el
gobierno.
En suma, el contenido de cada uno
de los artículos fue un requisito que el gobernador Rómulo Figueroa impuso a
los hacendados para que pudiera recuperar sus haciendas, estableciendo plazos,
condiciones y prohibición, finalizando así el primer golpe real a la unidad
económica y social: la hacienda.
En 1942 se les concede a los
señores Alfredo y Gonzalo Díaz de León por termino de 25 años, inafectabilidad Ganadera sobre una superficie de 6,664.15
(seis mil seiscientos sesenta cuatro hectáreas y quince áreas). De agostadero que
en conjunto integran los predios de
sus respectivas propiedades denominados
los sabinos y san Andrés. En el que decreta que desde tiempos inmemorables
(época colonial). Esas tierras a la
crianza del ganado vacuno, y que los dueños siempre se han dedicado a la
crianza de ganado vacuno, incluyendo bovinos y equinos, las razas que mas han
creado es las razas cebú y suizo con más de 1,000 cabezas.
El reparto ejidal en Jalpa se dio en periodo del gobierno del
general Lazaro Cardenas (1935-1940) 169 beneficiarios, 2,026 hz de Temporal, 2,804
de agostaderos y los ejidos son
EJIDOS DERIBADOS DE LA HACIENDA DE
SAN ANDRES
Ejido, los ramirez asentamiento humano el Rodeo.
Ejido
san Vicente asentamiento comunidad San Vicente.
La hacienda llamada San Andrés
es una de las zonas de más realce turístico en su tipo en Jalpa y la región,
lamentablemente no se ha tenido el interés por parte del público no de las
instancias gubernamentales.
La hacienda de San Andrés
en un inicio contaba con una superficie inicial de 45 mil hectáreas, por
cuestiones familiares el hoy la hacienda esta reducida a sólo 300, pero el
gusto de la familia ha hecho que siga viva hasta hoy en día y que la puedan
disfrutar solo aquellos que la conocen.
Fue en 1850 cuando la
familia Díaz de León comenzó a trabajar en la grandiosa hacienda, la cual nació
de una separación entre hermanos, su fuente de trabajo ha sido el área
ganadera.
En su entrada y
habitación principal sobre sale el patrono de la casa “San Andrés”, en
ese mismo lugar destacan fotografías del abuelo, padre y madre de la
familia Díaz de León actuales bienhechores de la hacienda, también se pueden
observar objetos antiguos en toda la casa.
El señor Joaquín Díaz de
León principal administrador del lugar comentó que la hacienda recibió
ofertas para lanzarla como un centro turístico por parte de las universidades
de Chapingo y Zacatecas. La idea es implementar una UNIDAD DE MEDIDA AMBIENTAL.
El lugar ha recibido
rehabilitación poco a poco, la mayoría de las paredes han caído por los años,
ha sido afectada por las distintas épocas, como la revolución mexicana, la
guerra de los cristeros y la propia delincuencia organizada.
“La hacienda ha logrado
sobrevivir gracias al apoyo de la familia inicialmente éramos 10 los familiares
que le apostábamos a su mantenimiento hoy el número se ha reducido y cada
día es más difícil y caro su mantenimiento, pero el apoyo de la familia ha
estado ahí, y pretendemos seguir conservando esta hacienda, dijo don Joaquín
Díaz de León.
La hacienda llegó a
ser hasta criadora de ganado Bravo, en los interiores destacan carteles de
corridas que datan del año de 1955 en ferias de San Miguel Allende
Aguascalientes y la zona, donde figuraban la ganadería de Don Gonzalo Díaz de
León o San Andrés como era identificada.
El lugar sobresale
por una hermosa arquitectura mexicana y con un peculiar diseño,
sobresalen sus paisajes, los cuales incita a celebrar un evento con un
concepto único, y del increíble paisaje de la naturaleza que es incomparable.
San Andrés cuenta con
espacios de, jardín, terrazas, dormitorios del siglo pasado, lo que falta es la
inversión para convertirla, en los proyectos destacan la edificación de
un hotel, la creación de un centro ecuestre, es ideal como una casa
campestre de fin de semana y muchos atractivos y usos que pudieran dársele.
INVESTIGO: Profr. Héctor P.
Gómez Soto.
Cronista Vitalicio de Jalpa
Zac.
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