lunes, 20 de agosto de 2018






Tierras comunales  y fundos legales

De la Mota y Escobar describió a Xalpa   y a otros más como pueblo de temple caliente con tierras muy fértiles de maíz y trigo, donde se daban muy bien las frutas de castilla, en 1543 la población de Jalpa era de 4 a 6 españoles, en 1579  se delimitan las tierras de Diego Flores Altamirano con los indios de Xalpa, “En términos del pueblo, dado por su señoría, el señor doctor Jerónimo de Orozco del consejo de su majestad y gobernador y Capitán general, que su majestad y su gobernador, según parece por su fecha en que a seis de junio de 1579 y es necesario y sin composición ninguna y en la vista de ojos que se  dice de ello, hubo contradicción sobre desde donde había de empezar dichas tierras entre los naturales de Xalpa y dicho capitán Diego Flores Altamirano sobre que hizo las diligencias y medidas que estaría a espaldas del folio 104 y prosiguió en la vista dichas cuatro caballerías y sitio de ganado mayor, lo que está desde el termino de dicho pueblo de Xalpa el río abajo por el camino real que viene a este pueblo de Juchipila y el agua que se aprovecha es la del río de Xalpa donde beben sus ganados entre sitio de ganado mayor y caballerías.    

FUNDO LEGAL Y EJIDOS.

Al quedar reconquistados los caxcanes y todos los indígenas del país, se estableció lo que se nombró Gobierno Colonial. Los indios de todo el territorio de la Nueva España, quedaron sometidos a la más inhumana esclavitud, repartidos a los encomenderos. Unos eran ocupados en la minería y otros en el cultivo de las grandes haciendas, todo de propiedad de los conquistadores.
  Entre los conquistadores, vinieron algunos Misioneros franciscanos que trataron de aliviar en algo en la miseria y la brutalidad que padecían  los mexicanos, y consiguieron que los Reyes Españoles expidieron leyes más humanitarias; porque además del trabajo gratuito que hacían a los españoles, eran obligados a bautizarse, estudiar la doctrina, asistir a todos los ritos religiosos, dar diezmos y estar siempre humildes y obedientes al Rey español y a la iglesia, para lo cual construyeron  enormes catedrales en cada Estado, templos y capillas por todo el territorio de la Nueva España.
  Fray Bartolomé de las Casas, Fray Servando Teresa de Mier entre otros consiguieron que los Reyes Católicos dieran a los indígenas un Fundo Legal, donde construir sus Jacales y además tierras Ejidales, para que se dedicaran a cultivar sus alimentos y criar ganados.
  Mediante estas disposiciones, los indígenas de Xalpa, recibieron tierras Ejidales. Los de Teocaltichillo recibieron  las tierras comprendidos entre las Mesa del Santo, Ramírez, Ojo de Agua de Flores, parte de la Hacienda de San Andrés y otras.
  Los indios del Barrio de Abajo ahora el Carmen, recibieron como Ejidos, las tierras comprendidas entre Santa Isabel, Santa Rosa, Soyates, Cañada, Guaracha, Caballerías, Los Cerritos, San Bernardo, Chalchisco, hasta las derivaciones de la Sierra de Morones.
  Los indígenas recibieron tierras señaladas a ese lugar y los del Barrio de Arriba, recibieron las tierras comprendidas entre el Cerro de Tepizuasco, parte de Santa Juana, Tuytlán (Tuitan) Cailagua, Cualaca, Palmillos, Los Santiagos y otros.
  Los indígenas de Tepezala también recibieron tierras Ejidales.
 El Rey Felipe II en Cédula del 1/o de diciembre de 1573, ordenó que los “Sitios en que se han de formar los pueblos y reducciones, tengan  comodidad de agua, tierras y montes, entradas y salidas y labranzas y un Ejido de largo donde puedan tener ganados... ”
“Además de las tierras del fundo legal, cada pueblo de indios, recibió merced de  sus tierras de comunidad.
Los pueblos de indios de mayor categoría, donde él número de indígenas era más elevado, estaban organizados en barrios.
En Jalpa, habitan los naturales del Barrio de Arriba y los del Barrio de Abajo.
Jalpa como pueblo de indios, estaba dividido en barrio, cada barrio tenía derecho a tierras en comunidad, la extensión de tierras que recibía, dependía del número de indígenas y del ganado que poseían.
Cada barrio por separado administraba sus tierras de comunidad, la extensión de tierras y sus cofradías.
En el fundo legal, al barrio de Arriba le correspondía las tierras del norte de Teocaltichillo (Adoratorio Pequeño).
Testimonio de las medidas ejecutadas en dos caballerías de tierras, pertenecientes en propiedad de los indios de Teocaltichillo, del pueblo de Xalpa, del barrio de Arriba, en el que incluye el compromiso celebrado entre dicho pueblo  y el de Teocaltichillo, e igualmente la aprobación de todo lo referido”.
NOTA:  La trascripción es igual a la del documento original, el papel esta sellado al margen, y en el centro tiene la siguiente inscripción, encerrado en un cuadrilongo en pequeños círculos que dice, “Sello segundo, dos reales, año de mil ochocientos cuatro y cinco”.
Como puede apreciarse desde tiempos coloniales existe éste, formado por Caxcanes que recibieron tierras ejidales comprendidas en el cerro del Tepizoasco (Cerro duro).
Los indígenas de Teocaltichillo, se habían apoderado de más de un sitio de ganado mayor, las autoridades coloniales, le dieron el triunfo a los del barrio de Arriba, hoy San Antonio.
Cuentan nuestros abuelos, que el barrio de Arriba, le pertenecían las comunidades  de los Santiagos, el barrio de los iglesias, los Zapotes, el barrio dela cruz, el Tecolote, Marchahua, Tepizoasco, Tuitan, Palmillos y Santa Juana.
El paulatino crecimiento de este barrio fue por la emigración de las comunidades aledañas, las principales familias que conformaban el barrio, fueron los Pilar, los Iglesias, Los Muñoz y los Bautista.
En los litigios del siglo XVII ya existía una mentalidad indígena del derecho a las tierras que les pertenecía desde los tiempos prehispánicos, en las disputas de dicho siglo aparecen algunas evidencias de ello. Los indios de Teocaltichillo  jurisdicción de Juchipila perteneciente a Xalpa en 1696 hicieron petición ante el presidente de la audiencia de medio sitio de ganado realengo que han poseído desde tiempo inmemorable (Teocaltichillo BPE Aja 11,2)
En 1694 los naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia para obtener la tierra realenga  llamada Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)

Haciendas en Jalpa.
 En la época de La colonia en Jalpa hubo 8  haciendas
1.      Santa Isabel.
2.      Palmar.
3.      Acapepesco.
4.      Tepezala.
5.      Paso Blanco (Contreras).
6.      San Pedro.
7.      Santa Clara.
8.      San Andrés. (la mas antigua y con terrenos  propios de ganado mayor menor.
HACIENDA DE SAN ANDRES

Las haciendas del área del cañón de Juchipila no es igual que el concepto de las haciendas del norte de la Nueva España, las de estos lares no acapararon una extensión de tierra tan grande, las más extensas existieron en 1697 con una extensión mayor que 43,000 hectáreas.
“Después de 1737, cuatro haciendas abarcaban de 43,890 a 70,200 hectáreas, es decir de 25 a 40 sitios de ganado mayor,  que de cualquier manera eran las haciendas de La Encarnación, Tayagua, Apozol y La hacienda referida San Andrés.
 En 1600 El primer dueño de la Hacienda de San Andrés fue Nicolás González.
En 1694 los naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia para obtener la tierra realenga  llamada Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)
En 1727 la compro el bachiller  don Andrés Jimenez a don Francisco Morales Sígala.
En 1731 hubo un deslinde de tierras entre los indios de Teocaltichillo y el Márquez del Castillo de Ayza ( Francisco Ignacio de Ayza fue un rico hombre prominente de la ciudad de Sesa provincia de Aragón, arribo a la nueva España  con su tio Manuel de Bimbela quien fuera obispo de Guadalajara y Oaxaca contrajo nupcias con doña Manuela Rubio Carrera su estatus fue prominente dentro de la sociedad tapatía, llego a ser Gobernador de la Nueva Galicia y presidente de la real audiencia desde 1737 hasta 1743, la gran riqueza que amaso este Márquez no solo provenían de las riquezas que provenían de las minas de Bolaños sino que también poseyó grandes extensiones de tierra de labranza y de estancias de  estancias de ganado en la sierra Gorda y en el  Nuevo Reyno de Leo, como la labor de San Francisco, la Hacienda  de Nuestra Señora de la Soledad, asi como las Haciendas de San Andres de Jalpa Zac. San Pedro que ahora es de Huanusco  y la Luz.  Cultura Hispana, Biografia del Castillo de Ayza Autor: Enrique Garibay) este Márquez duro poco tiempo como terrateniente de la Región.
El Márquez vendió la Hacienda en 1737.
En 1727, la hacienda de San Andrés poseía siete sitios de ganado mayor, cinco de menor, y 15 caballerías, en 1737 la  adquirieron los Flores de la Torre específicamente, Nicolás flores de la Torre con 40 sitios de  y 27 caballerías, pero ellos vendieron siete y medio sitios en el año que la compraron, sufriendo cambios bruscos durante el siglo XVIII.
El valor y gravamen de la hacienda de San Andrés en 1704 a 1727 era; Valor 4,200. En 1747 su valor era de 10.000.
En 1943 el dueño era Pedro  López de Nava. Su finca tenía un valor de $ 8,425,00
Cuenta la leyenda que unos arrieros que venían de la Montesa Zacatecas traían entre sus cargas una carreta llena de jabón, uno de los hermanos de apellido Díaz de León fue como dicen en mi rancho a espantar la zorra, cerca de un arroyo, cuál fue su sorpresa que se encontró regados como si fueran flores, un montón de centenarios o cero 7 ,20 , rápidamente se subió su pechera y corriendo a visarle a su hermano del hallazgo de las monedas, los dos admirados por el tesoro pesaron rápidamente en vaciar  las cajas de jabón y llenarlas con las monedas, rápidamente alistaron sus remudas y se encaminaron rumbo al cañón de Juchipila por el camino real que conducía del Valle da Huejucar hoy Calvillo, al fondo de la cañada divisaron el casco de una hacienda un poco mal trecha, se encontraron al administrador de ella, los invito a pasar y tomarse un café, entre platica y platica y el nerviosismo de los arrieros porque fueran descubiertos sobre lo que llevaban en las cajas de jabón,  entre platica y platica se forjaron un cigarro de hoja y lo extendieron con la yesca y el golpe del eslabón,  el Administrador les comentaba lo precaria que estaba la situación por problemas de los dueños y todas las guerras y las reformas que habían socavado la figura de la hacienda, les comento que los dueños tenían intensiones de vender, dicha hacienda, ya que estaba en demerito. Los hermanos azorados se miraron uno al otro, preguntándole al administrador que como cuanto más o menos querrían por la hacienda, este con una sonrisa burlesca soltó la risa y le dijo – jajaja como están interesados en comprarla, no solo es la hacienda de San Andrés sino también era la de San Pedro y La luz, también la casa de campo de los Sabinos. 
Los arrieros de la Montesa se secretearon y le preguntaron al administrador que como cuanto era lo que pedían. El administrador burlándose nuevamente, le dino ni con todo el oro del mundo ustedes lo compararían,  le preguntaron que cuando podrían ver al Dueño, este le comunico que dentro de un mes el vendría de Guadalajara para ver los movimientos del ganado y de la cosecha y pagarle a los peones.
Al término del mes llegaron nuevamente los Hnos. Días de León, buscaron al dueño, se apalabraron con él.
El Administrador sorprendido salió de la sala de la Hacienda con la noticia que  la hacienda ya tenía nuevos dueños.
Licenciado don Enrique Escobedo y Álvarez, que nació en 1864, y casó con doña Ana María Díaz de León, hija de los dueños de las haciendas de San Pedro Apóstol en jurisdicción de Jalpa, Zac., y de la Luz en jurisdicción de Huanusco, Zac http://heraldicaygenealogiazacatecana.blogspot.com/2017/ Bernardo del Hoyo.
 En 1906 los de la hacienda San Andres era Don Gonzalo Díaz de Leon Probablemente uno de los afortunados Arrieros.
  En  el año   1914 la dueña era la Sra. María Díaz de león Hernández e hijos.
Si bien el proceso de des intervención promovido en el gobierno de Carranza, comenzó con casos particulares ya que el carrancismo domino todo el territorio  zacatecano representado por  el guerrerense Rómulo Figueroa Mata. Con la investidura de gobernador la seria quien de manera definitiva la anulación del decreto emitido por Natera - 22 de septiembre de 1915- su principal argumento se centró en un espíritu de equidad y justicia, el cual según su  postura era base y principios de la revolución. La devolución de las haciendas a sus legítimos dueños la baso en condiciones, cuyo objetivo fue normar la administración de las mismas. Aunque el propósito principal del gobernador Figueroa fue “Erradicar la estructura funcional de las Haciendas. Con esta acción ponía en marcha el proyecto revolucionario de sujetar y controlar la base de la riqueza del estado: la producción Agrícola.
Este hecho tiene un peso relevante, porque permitiría la recuperación las haciendas a manos de sus propietarios, sin embargo, el decreto establecía diversas condiciones para poder llevar a cabo la desintervención.
1º . La abolición de las llamadas tiendas de raya con todas las cuentas pendientes de los trabajadores y el establecimiento del libre comercio. Con esta medida el Gobierno daba un golpe a las raíces de la estructura hacendaria que significo para muchas generaciones de campesinos una forma de explotación despiadada.
2º El pago a los trabajadores de un jornal de 0.75 centavos diarios en moneda de circulación. Esta orden la decretaba el Gobierno con el propósito de elevar al bienestar de los campesinos y resarcir en alguna medida la capacidad de gasto de la sociedad y de esta forma fomentar en alguna medida la actividad agrícola y en especial la producción de granos alimentarios para la población de la región.
3º La amenaza a los hacendados de fraccionar la propiedad rústica sino se presentaban a desintervenir las mismas, pagar sus respectivos impuestos y ponerlas a trabajar bajo las nuevas modalidades señaladas en los dos puntos anteriores.
Los hacendados conservadores “surgieron dos corrientes, lo que buscaban medir y suavizar el antagonismo con el Estado y empezaron a trabajar por la paz, el trabajo y la  confianza en el nuevo Régimen a pesar de que el gobierno mandara acciones en contra de las condiciones de ganancia, poder y control que tenía los hacendados, y los que planteaban seguir resistiendo la invitación del decreto, atendiéndose a las consecuencias enunciadas por el gobierno.
En suma, el contenido de cada uno de los artículos fue un requisito que el gobernador Rómulo Figueroa impuso a los hacendados para que pudiera recuperar sus haciendas, estableciendo plazos, condiciones y prohibición, finalizando así el primer golpe real a la unidad económica y social: la hacienda.



En 1942 se les concede a los señores Alfredo y Gonzalo Díaz de León por termino de 25 años, inafectabilidad  Ganadera sobre una superficie de 6,664.15 (seis mil seiscientos sesenta cuatro hectáreas y quince áreas). De agostadero que en conjunto  integran los predios de sus  respectivas propiedades denominados los sabinos y san Andrés. En el que decreta que desde tiempos inmemorables (época colonial).  Esas tierras a la crianza del ganado vacuno, y que los dueños siempre se han dedicado a la crianza de ganado vacuno, incluyendo bovinos y equinos, las razas que mas han creado es las razas cebú y suizo con más de 1,000 cabezas.
El reparto ejidal  en Jalpa se dio en periodo del gobierno del general Lazaro Cardenas (1935-1940) 169 beneficiarios,  2,026 hz de Temporal,  2,804  de agostaderos y los ejidos son
EJIDOS DERIBADOS DE LA HACIENDA DE SAN ANDRES
Ejido, los ramirez  asentamiento humano el Rodeo.
 Ejido  san Vicente asentamiento comunidad San Vicente.  
La hacienda llamada San Andrés es una de las zonas de más realce turístico en su tipo en Jalpa y la región, lamentablemente no se ha tenido el interés por parte del público no de las instancias gubernamentales. 
La hacienda de San Andrés en un inicio contaba con una superficie inicial de 45 mil  hectáreas, por cuestiones familiares el hoy la hacienda esta reducida a sólo 300, pero el gusto de la familia ha hecho que siga viva hasta hoy en día y que la puedan disfrutar solo aquellos que la conocen.
Fue en 1850 cuando la familia Díaz de León comenzó a trabajar en la grandiosa hacienda, la cual nació de una separación entre hermanos, su fuente de trabajo ha sido el área ganadera.
 En su entrada y habitación principal sobre sale el patrono de la casa  “San Andrés”, en ese mismo lugar destacan fotografías  del abuelo, padre y madre de la familia Díaz de León actuales bienhechores de la hacienda, también se pueden observar  objetos antiguos en toda la casa.
El señor Joaquín Díaz de León  principal administrador del lugar comentó que la hacienda recibió ofertas para lanzarla como un centro turístico por parte de las universidades de Chapingo y Zacatecas. La idea es implementar una UNIDAD DE MEDIDA AMBIENTAL.
 El lugar ha recibido rehabilitación poco a poco, la mayoría de las paredes han caído por los años, ha sido afectada por las distintas épocas, como la revolución mexicana, la guerra de los cristeros y la propia  delincuencia organizada.
“La hacienda ha logrado sobrevivir gracias al apoyo de la familia inicialmente éramos 10 los familiares que le apostábamos a su mantenimiento hoy el número se ha reducido y  cada día es más difícil y caro su mantenimiento, pero el apoyo de la familia ha estado ahí, y pretendemos seguir conservando esta hacienda, dijo don Joaquín Díaz de León.
 La hacienda llegó a ser hasta criadora de ganado Bravo, en los interiores destacan carteles de corridas que datan del año de 1955 en ferias de San Miguel Allende Aguascalientes y la zona, donde figuraban la ganadería de Don Gonzalo Díaz de León o San Andrés como era identificada.
El lugar sobresale por  una hermosa arquitectura mexicana y con un peculiar diseño, sobresalen sus paisajes, los cuales  incita a celebrar un evento con un concepto único, y del increíble paisaje de la naturaleza que es incomparable.
San Andrés cuenta con espacios de, jardín, terrazas, dormitorios del siglo pasado, lo que falta es la inversión para convertirla,  en los proyectos destacan la edificación de un hotel, la creación de  un centro ecuestre, es ideal como una casa campestre de fin de semana y muchos atractivos y usos que pudieran dársele.
INVESTIGO: Profr. Héctor P. Gómez Soto.
Cronista Vitalicio de Jalpa Zac.

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